La pobreza se produce y reproduce en el marco de relaciones sociales condicionadas históricamente por la influencia del mercado y el Estado. En tal sentido, resulta pertinente enfocar esta problemática desde la economía política, entendida como un modo de examinar las relaciones sociales a partir del estudio de sus interacciones recíprocas. Ambas estructuras son dos formas distintas ¿para algunos autores, hasta opuestas¿ de organización social que interactúan de forma cíclica. Las teorías, ideologías y doctrinas se encargan de conceptualizar y establecer normativamente roles a ambas estructuras en el marco de modelos de distribución de recursos. Estos modelos contribuyen a dar forma y contenido a las políticas económicas y sociales que condicionan la pobreza. En ese sentido, cuando la gerencia pública se desorienta, se desvirtúan muchos de los aspectos necesarios para esa convivencia en sociedad, como lo es la justicia, la equidad, la educación, el bienestar general, entre otros, elementos esenciales de los derechos humanos. Finalmente, el método de la gerencia publica ¿debería ser¿ holistica, enfocada siempre en prospectiva y no en retrospectiva, donde no se imponga un paradigma.