Las organizaciones del siglo XXI han basado su existencia en la creación del capital humano y el capital social, en este sentido la cultura organizacional y el liderazgo, han cobrado importancia al permitir poner en sincronía los intereses de los empleados con los de la empresa y desencadenar sinergias y valor agregado en los productos y servicios que ofrecen. En los países emergentes actualmente existe un problema latente en sus organizaciones de que es la baja productividad y competitividad en comparación con sus similares de países desarrollados, encontrando que sus empresas no reflejan indicadores económicos como son: bajos costos, alta productividad, incremento en las tasas de innovación, equilibrio entre las importaciones-exportaciones y rentabilidad entre otras. En este contexto la dupla Cultura Organizacional- Liderazgo Empático, se convierte en una excelente oportunidad de desarrollar sistemas de gestión administrativa, para las organizaciones de los países emergentes, alos cuales se les presenta en la próxima década la posibilidad de lograr su desarrollo tanto económico, como social y tecnológico