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Recientemente, el papel del control biológico como potente estrategia alternativa al control químico ha cobrado cada vez más importancia. Hoy en día se utilizan numerosos agentes de control biológico para controlar las plagas de cochinillas en todo el mundo, entre los cuales los Coccinellidae son los más representados, con unas 4.200 especies, el 90% de las cuales se consideran depredadores beneficiosos. La mayoría de los depredadores de mariquitas son generalistas y su relación con sus presas no depende de la densidad (respuesta funcional de tipo II). Aunque todavía se desconoce en gran medida la eficacia de los depredadores generalistas contra las plagas, pueden desempeñar un papel esencial en casos de baja infestación, cuando las poblaciones de plagas son escasas y faltan enemigos naturales específicos. Además de la adaptación climática, muchos otros factores pueden influir en el éxito de los organismos beneficiosos como depredadores en el campo, como la densidad de presas, el aislamiento temporal de éstas, su tamaño, los plaguicidas, la depredación intragrupo, la interferencia mutua y el canibalismo.