La distribución mayorista de alimentos en la ciudad de Barcelona, responde a un modelo francés que fue retomado en España en la década de los años sesenta. Al igual que el resto de mercados mayoristas no solo en España sino en Europa, el de Barcelona es un mercado concentrador de alimentos compuesto por varios mercados centrales. Sin embargo, a lo largo del tiempo éste ha sabido aprovechar las oportunidades y ventajas tanto competitivas como comparativas del territorio en el cual se encuentra emplazado, aspecto que ha logrado diferenciarlo y por tanto posicionarlo. La yuxtaposición de acontecimientos en varios niveles, versus la gestión al interior de la Entidad, resulta en una valoración sobre cuales han sido los factores de mayor incidencia no solo para el caso de Barcelona, sino que a su vez, se puede determinar que elementos de la distribución mayorista en Europa deberían ser mejorados o potenciados y cuales podrían o no ser extrapolados a otros territorios.