La gestión educativa debe tener enfoque novedoso que supere la super-visión de carácter punitivo, normativo y autoritario; para el logro de estos procesos, es necesario consolidar un sistema que permita orientar, acompañar y evaluar de tal manera, que la dinámica acceda a la acción-transformación, para la permanente re-visión y reorientación. Este nuevo enfoque implica lógicas y métodos bajo principios: filosóficos, metodológicos y trans-formadores que consolide una comunicación armónica. Es preciso interpretar el espíritu de la participación como herramienta de trans-formación del ser mediante la comunicación y los aportes de todos para arribar al mayor grado de diálogo y consenso posible. Aceptar la diversidad, promover la tolerancia, asumir comportamientos de humildad y reconocer que como seres complejos nos nutrimos en pluralidad mediante una comunicación consensuada. Por lo tanto, en lugar de que el gestor educativo piense que sabe todo, es importante que entienda que hay mucho que aprender de los otros. Nadie puede subestimar una u otra experiencia, todas cuentan y en cada una encontramos claves para continuar avanzando en la construcción de la trans-formación polifónica.