Las personas que vivimos en el área rural, hemos perdido la posibilidad de disfrutar de las bondades, ventajas y sobre todo de la tranquilidad del campo. Toda actividad económica ha sido puesta al servicio de la obtención de lucro, en detrimento constante y paulatino del medioambiente, con una contaminación irracional del agua, suelo y aire. Es mucho más difícil purificar el aire, que tratar agua contaminada; por lo que, se impone evitar la contaminación desde la fuente misma de emisión. Una región insalubre como esta, sencillamente no puede darse, no solo porque nos encontramos a tan solo 24 km. de la ciudad de Cochabamba, sobre carretera asfaltada, o por los mensajes de protección y cuidado de los derechos de la Madre Tierra, lucha contra el cambio climático, corazón de la Madre Tierra; o porque, supuestamente contamos con defensores del medioambiente y de los derechos humanos, para vivir en un ambiente sano y saludable; sino, por la dignidad misma de la vida.