En la práctica profesional de la Psicología Social, el ámbito de la Salud Pública cobra especial relevancia porque son los asistentes sociales, a través de los servicios sociales de Salud Pública, los que determinarán la prevención de enfermedades, la promoción de la Salud Pública, la adherencia al tratamiento, el seguimiento y la canalización de la población vulnerable, excluida o marginada que encabeza el número de defunciones por enfermedades relacionadas con la pobreza y la cesantía. Según nuestra experiencia, el diagnóstico social y los estudios socioeconómicos son instrumentos por excelencia para el establecimiento de redes preventivas y promotoras de la Salud Pública.