El trabajo histórico - etnográfico realizado en torno a la Huatapera y su organización, mostraba una serie de interesantes contradicciones, por un lado la sociedad en general se encontraba inmersa en constantes cambios, que se caracterizaban por su diferenciación económica y social, mientras que la organización dentro de la Huatapera mostraba una organización más comunitaria, donde el individualismo se difuminaba constantemente en el discurso y la práctica. Estos aspectos sin duda fueron centrales para delimitar mi objeto de estudio, sin desconocer el contexto general y las múltiples formas de interacción entre los grupos y los espacios. A grandes rasgos, la organización social de la Huatapera mostró que no sólo se trataba de un espacio arquitectónico que por sí mismo ya era un tema de especial interés histórico, sino también un espacio construido a través de relaciones sociales diferenciadas por jerarquía, edad, sexo, pertenencia a un barrio, acceso a Gobierno tradicional y sistema de cargos en una comunidad mestiza.