¿Cómo será el ciudadano del futuro? Eso depende de nuestro trabajo como docentes en el aula, es indudable que las relaciones humanas están experimentando cambios extraordinarios; por lo tanto nuestro trabajo en la educación es fundamental. Tenemos que morir en el intento por educar a ese ciudadano. Nuestros alumnos se sienten abrumados en las aulas de clase, los docentes siguen con las mismas prácticas con las cuales ellos fueron educados, cuando comentan los problemas nos pareciera escuchar a un profesor de los 70s u 80s del siglo pasado, si colegas del siglo pasado en el cual no había ni la décima parte de la información a la cual acceden hoy nuestros jóvenes. Ya no podemos educar a base de mentiras ni mitos, GOOGLE te desmiente al instante y te hace quedar como embustero. Innovación docente es la palabra que debemos acuñar para nuestro trabajo, nuestros jóvenes están hambrientos de sabiduría e inventiva y los que deben saciarla no están a la altura de las circunstancias. Las aulas de clase son como cárceles sin barrotes llenas de aburrimiento.