Respecto a los afrodescendientes en México, ni se habla de ellos como parte del componente cultural y social de los mexicanos; para muchos sólo tenemos dos raíces: la española y la indígena, la raíz negra pasa desapercibida, institucionalmente no existe, la han borrado. Se les ha negado el reconocimiento de su aportación a la construcción de la nación mexicana, y no sólo eso, se les ha tratado de ocultar, de minimizarlos, de blanquearlos. Bregar por el camino del ocultamiento, de la discriminación, de la invisibilización para nuestra población afromexicana ha sido en extremo ominoso, sin embargo, aferrarse a la identidad afro les ha permitido recobrar, en alguna medida, lo que se les ha negado: autoidentificarse, ya sea como moreno, negro o afromexicano.