Esta obra explora esa ya no tan nueva manera de alentar de los hinchas capitalinos de Bogotá que se ubican en las graderías populares. Describe su nacimiento, donde se explica la introducción y asentamiento del calificativo "barras bravas", hasta la manera como en especial jóvenes varones usan la agresividad para reconstruir la socialización entre sus pares. La investigación privilegió la voz de los hinchas y se nutrió de un riguroso trabajo de campo, el cual se soportó en la etnografía como herramienta de análisis. Se reconoce que existen muchas violencias y que desde esa "marginalidad" de las barras también se construyen manifestaciones (contra)culturales, en especial la denominada por los científicos sociales del Cono Sur como "la cultura del aguante". Estas expresiones, estudiadas de manera objetiva, nos develan datos importantes para entender la azarosa realidad de nuestra sociedad actual; lo que no significa que se justifican ni se aplauden los comportamientos agrestes de estas agrupaciones. Por el contrario, lo que motivó esta obra fue el lema "conocer para intervenir", a la luz de posturas sociológicas, históricas y culturales.