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La enfermedad provoca daños físicos y emocionales en el organismo. Habitualmente, los daños físicos se tratan por separado de las cuestiones emocionales, que quedan en un segundo plano y, en la mayoría de los casos, no se evidencian. La Psicología Corporal dispone de técnicas que unen cuerpo, mente y energía del sujeto, hecho que puede elevar la calidad de vida del enfermo en casos de hospitalización. El objetivo de este estudio fue abordar la visión de la Psicología Corporal sobre los aspectos emocionales y energéticos del proceso de enfermedad, así como las aportaciones de este enfoque para reconectar al individuo enfermo hospitalizado con su cuerpo y su potencial de salud. El método fue de carácter cualitativo, aplicado y de campo. Se obtuvieron resultados notables en los que desapareció la rigidez muscular, hubo cambios en el tono de la piel de los participantes, además de que los informes aportados mostraban cómo se sentían acogidos a través de las prácticas desarrolladas.