Cuando Jesús se convierte en nuestro Salvador, Dios interfiere con Jesús, y lo hacemos consistente con el estatus de "¡Señor de señores y Rey de reyes!" "HAY UN SEÑOR", trata precisamente del señorío de Cristo. Pero ¿qué es ? Anteriormente a sus discípulos, Jesús hizo la misma pregunta, a saber: "¿Quién se dice que soy el Hijo del Hombre?" Escuchemos las respuestas que, como mínimo, sorprenden a nuestra generación en busca de la novedad :¿Algunos dicen que eres Juan el Bautista; los otros, Elijah; los otros, Jeremías o uno de los profetas. Citaron hombres. ¡Nadie rechazó un nombre o una doctrina que exaltara a Jesús como hombre y profeta! No se mencionan jergas teológicas sofisticadas: "Dios en UNO", "Dios en forma humana", "Segunda Persona de la Trinidad", etc. ¡Además, títulos que la Biblia no sabe que existen! A esta pregunta tan sencilla de Jesús sobre su identidad, como para la generación actual, ¿qué habría dado de respuestas dispersas , sobre todo porque hay miles de doctrinas, denominaciones, corrientes eclesiásticas, todas más opuestas entre sí?