Este texto trata de mostrar la importancia de la Hermenéutica en la pugna por hacerse un espacio en la filosofía, aunque este lugar ya lo ha ganado, pero no se le ha dado una meritoria importancia. Pues es sabido que desde Aristóteles, pasando por Sto. Tomás, después por Schleiermacher y Dilthey, y posteriormente llegando a Heidegger, la hermenéutica ha hecho acto de presencia. Lucha que han seguido autores como Gadamer, Ricoeur, Vattimo y Beuchot. Pero sin duda alguna en la hermenéutica ha surgido problemas, el principal, es el de la interpretación, así algunos postulan una multiplicidad de interpretaciones y donde todas son válidas, y otros, postulan una única interpretación, de manera muy dogmática, y esto a su vez ha llevado a encontrar otra vía, una que retome las dos posturas anteriores y esto es la Hermenéutica Analógica, pero que a su vez necesita de una metafísica que no la desmiente, sino que ella se convierte en el soporte de la hermenéutica, hasta el punto que ambas son analógicas, buscando el equilibrio entre realidad e interpretación.