Smith realiza el primer intento por diferenciar la economía de la ciencia política, la ética y la jurisprudencia. Supone el primer apoyo conceptual crítico a la corriente mercantilista imperante desde el siglo XV y más tendente al comercio de las colonias, que a la naciente revolución industrial que plasma históricamente en su libro. La tesis central de esta obra afirma que la clave del bienestar social se fundamenta en el crecimiento económico y, este, tiene su motor en la división del trabajo. Y surge en este ilustre las corrientes del pensamiento económico.