En el presente libro se realiza un análisis del film Sergeant York (1941) de Howard Hawks que se basa en la experiencia biográfica de uno de los más condecorados soldados de la Primera Guerra Mundial: Alvin York. El mismo era un joven pobre y alcohólico que trabajaba en una granja de los montes de Cumberland, en el estado de Tennessee. Fue reclutado y, siendo un excepcional tirador con su rifle, fue promovido en el ejército rápidamente. En medio de una batalla durante la Ofensiva de Meuse-Argonne, el 8 de octubre de 1918, disparando sobre el enemigo con efectos devastadores, York junto a unos pocos sobrevivientes tomaron como prisioneros a 132 alemanes; convirtiéndose en un héroe nacional. Una de las ideas centrales que se desarrolla en el presente libro es que Hollywood es una poderosa herramienta ideológica del aparato cultural estadounidense, productor y reproductor de consenso e ideología, y que representando un pasado glorioso, el cine actúa como un agente histórico al influir en la población propagando las bondades del sistema norteamericano y la cultura e ideología de la clase dominante.