Este texto aborda el caso de la llamada Gran Hambruna de Ucrania de 1932-1933 aportando una variante explicativa desde el realismo al debate sobre las causas de la inseguridad alimentaria. A partir de un breve análisis crítico de distintos enfoques de raíz liberal, como el determinista-malthusiano, el técnico-optimista y el ambiental, se establece una relación explicativa con la decisión del Estado soviético de aniquilar masivamente a un "enemigo interno" en base a un criterio ideológico. El proceso de expropiación, requisa y colectivización masiva de tierras, cereales, animales y bienes agrícolas en Ucrania desde la década de 1920 ordenado por la cúpula del Estado soviético, privó de la dotación de bienes para el autosustento y la producción de alimentos a millones de campesinos condenándolos sistemáticamente a la inanición, llevando de forma intencionada a la muerte a cerca de 10 millones de personas según cifras oficiales de la República de Ucrania. Éste caso reconocido actualmente como "acto criminal" y "genocidio" en la comunidad internacional define un precedente en la utilización indirecta de alimentos (su privación) como arma con fines de poder.