Este libro explora la relación entre el pensar y el poetizar en la obra de Hugo Mujica (1942). Además, ahonda en los presupuestos estéticos de lo que para este autor es la creación. Se aborda a Mujica desde una hermenéutica dialógica, se interpretan pequeñas unidades literarias y se les pone en relación con toda su obra y con pensadores y artistas, interlocutores frecuentes del argentino: los dioses que se asoman en su teoría estética; poetas y místicos que surgen en sus interpretaciones de los filósofos; seres humanos y fenómenos de la naturaleza que se dibujan en su poesía. La poesía, piensa Mujica, en vez de ser el final o la cumbre del lenguaje, es su comienzo. Ni el poeta ni el poema son la poesía. Ella es mucho más que la mecánica inmanente del artesano y de su obra. Es la palabra que descansa en ella y también se oculta.