A pesar de la actual crisis política, social y económica que actualmente vive Venezuela. La gente se ríe y se ríe mucho. Cualquier situación trágica de inmediato se vuelve un chiste. Es típico de la cultura latinoamericana, reírnos por ejemplo en los velorios de nuestros difuntos. Este comportamiento llevado a las calles ha servido para hacer de nuestra visión del mundo una perspectiva resiliente propia de ser estudiada no sólo por la capacidad de tolerar y superar las adversidades, sino además porque allí se encierra un tipo particular de inteligencia que nos ayudará a superar nuestras dificultades sociales.