Las caricaturas editoriales de los diarios de circulación nacional y mayor tradición en Venezuela constituyen un discurso que perfila el acervo simbólico y acciones de los venezolanos en torno a la democracia puesto que representan la visión que las instituciones de la verdad tienen sobre este proceso político que rige los tejidos de la república. Asimismo, este discurso asienta los valores culturales que perfilan el imaginario colectivo de una nación en cuanto a su identidad. En esta investigación, que comprende el análisis de las representaciones que del venezolano se hicieran en los periodos electorales de 1958-1998, se decanta lo producido y divulgado durante 40 años por los principales diarios: un estereotipo del ciudadano que determina la percepción popular de la democracia; un sistema de elites que procuran su propio beneficio. Bajo esta ideología se valora y plantea el funcionamiento de la democracia no como gestión del Estado, sino como el mecanismo para acceder al bienestar. Se establecen así dos tipos de ciudadano: el soberano -el miserable- y el político -el rico-. Entre ambos, queda un terreno fértil para implantar un discurso y una ideología política: el populismo.