Las empresas hoteleras por su estructura organizacional y distintos grados de complejidad pueden crear entornos laborales turbulentos, pero se pueden aplicar medidas de gestión recursos humanos evitando ambientes de caos, incertidumbre o turbulentos y aumentar la diferenciación de un hotel. La buena atención y hospitalidad de un servicio hotelero generan beneficios que, además de la satisfacción del huésped, repercuten en la población local. Los turistas son cada vez más exigentes, lo que fuerza a los hoteleros a adaptarse a sus nuevos gustos y preferencias, incluyendo también la satisfacción de sus clientes internos, además de hacer del turismo una actividad sostenible económicamente, el enfoque en el colaborador, tiene un impacto positivo en la operación, y en la cultura organizacional de un hotel, mejorando el desempeño en el trabajo, además de darle al hotel una ventaja competitiva.
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