El texto busca abordar la enfermedad del cáncer y en especial el cáncer infantil. El conocimiento del diagnóstico de cáncer perturba emocionalmente al paciente y la familia, el infante está en proceso de desarrollo y la percepción de la enfermedad es diferente. Los padres son los más directamente afectados, de inmediato piensan en la muerte del paciente como consecuencia inmediata de la enfermedad, se acentúa esta percepción desagradable cuando existen antecedentes en la familia de pérdidas de otros familiares que también padecieron esta enfermedad. El conocimiento del diagnóstico produce en los padres niveles altos de estrés, reportando crisis de ansiedad, depresión, trastornos somáticos, conflictos de pareja, y conflictos familiares. Los niveles altos de estrés reportados por los padres están íntimamente relacionados con los afrontamientos utilizados, cuando los afrontamientos se focalizan en la solución del problema el estrés reporta niveles bajos. Cuando se utiliza afrontamientos centrados en la emoción los niveles se incrementan.