La exploración y explotación de petróleo y gas tiene efectos sobre las aguas subterráneas, que son un recurso natural vital necesario para el consumo diario y el sustento humano. La producción de los dos productos mencionados está estrechamente vinculada a dos disciplinas: la energía y el Derecho medioambiental. En Estados Unidos, dos tecnologías han permitido extraer petróleo y gas de esquisto: la fracturación hidráulica y la perforación horizontal. Los operadores que utilizan ambas tecnologías emplean agua mezclada con pequeñas cantidades de agentes de sostén y otros productos químicos para fracturar la roca de pizarra de modo que el petróleo y el gas puedan fluir a través de ellas. El agua subterránea constituye la mayor parte del agua necesaria para la fracturación hidráulica en zonas que carecen de agua superficial disponible. Las posibles repercusiones en los recursos de agua potable de la extracción de agua para la fracturación hidráulica son mayores en las zonas con un elevado uso de agua para la fracturación y una baja disponibilidad de agua. Las recientes denuncias presentadas indican que el agua considerada "potencialmente utilizable" según la definición reglamentaria no puede utilizarse para fines domésticos, agrícolas o industriales sin mezclarla y tratarla. Por todo ello, es necesario un tratamiento para hacer utilizable el agua extraída de la zona afectada.
Hinweis: Dieser Artikel kann nur an eine deutsche Lieferadresse ausgeliefert werden.
Hinweis: Dieser Artikel kann nur an eine deutsche Lieferadresse ausgeliefert werden.