En esta investigación se analizan los impactos que el incremento sostenido de la migración ha tenido, a partir de la década del noventa, sobre la dinámica poblacional de Cuba que le imprimen carácter de variable determinante. Se utiliza al municipio Sagua la Grande como laboratorio explicativo del posible comportamiento futuro del país. En relación a ello, se propone un marco conceptual desde los estudios de población y desarrollo que vincula las transformaciones demográficas ligadas al desarrollo económico y social, teniendo en cuenta las particularidades del país subdesarrollado y analiza la migración como eje articulador de la relación población desarrollo. La hipótesis que se formula es que a partir del periodo especial la emigración es la variable determinante de las restricciones que la dinámica poblacional impone al desarrollo cubano.