El estudio exploró los rasgos religiosos, las dinámicas de la vida social estaban muy a favor de los hombres. Los principales impedimentos que aludían a la acusación de las mujeres y a la mala situación de su condición política se vieron inmensamente ensombrecidos por la observancia de la purdha, el consenso entre los partidos en liza para prohibir que las mujeres voten. Además, el papel del clero al declarar el voto de la mujer como un tabú religioso tuvo una repercusión social muy perjudicial. Se descubrió que estos clérigos malinterpretaban en forma de edictos para impedir que las mujeres se unieran a este aspecto vital del ser humano. Además, el control masculino sobre los recursos familiares deja a las mujeres con un alto grado de dependencia social y económica y se les enseña a trabajar dentro de los hogares, mientras que los hombres tienen que cumplir con el deber de ser dueños del pan. En virtud de la dependencia económica, la indigencia social y económica, una mujer de ser considerada para la política, incluso, sin embargo, se considera arriesgada con mayores posibilidades de fracaso; debido a la condición social extremadamente pobre de la mujer.