El sistema músculo-esquelético está diseñado para sostener y mantener la forma y la función que el organismo demanda en las actividades de una vida activa normal. Cualquier defecto que altere la homeostasis del tejido, independientemente de su origen, lo compromete y debilita y, consecuentemente, precisa ser reparado en un entorno biológico favorable y de estabilidad mecánica. La ingeniería tisular puede definirse como la creación o inducción de la formación de un tejido específico, en una localización específica, por medio de la manipulación y selección de células, matrices y estímulos biológicos. Debido a las limitaciones asociadas a todos estos tipos de injertos y sustitutivos óseos, en los últimos años la terapia celular y la ingeniería tisular han adquirido una gran importancia en el desarrollo de nuevas estrategias terapéuticas para la reparación de patologías del tejido óseo.