El síndrome antifosfolípido puede provocar la formación de coágulos en las arterias, las venas y los órganos. También puede provocar abortos y mortinatos en mujeres embarazadas. Los síntomas pueden incluir coágulos de sangre, que pueden aparecer en las piernas, los brazos o los pulmones. También pueden ser frecuentes los abortos espontáneos recurrentes. La medicación anticoagulante puede reducir el riesgo de coágulos. El presente estudio tenía como objetivo evaluar la importancia clínica de los anticuerpos antifosfolípidos en relación con la trombosis y los abortos de las mujeres embarazadas utilizando los niveles de IgG e IgM. Los resultados mostraron que los niveles de IgG e IgM de antifosfolípidos indicaban un nivel sérico significativamente mayor en comparación con la aspirina de control. Por lo tanto, los niveles de IgG e IgM estaban aumentados en ambos grupos, negando así cualquier papel de los anticuerpos antifosfolípidos elevados y los casos de aborto recurrente.
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