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Produktdetails
- Verlag: Editorial Octaedro, S.L.
- Seitenzahl: 200
- Erscheinungstermin: November 2016
- Spanisch
- Abmessung: 150mm x 230mm
- ISBN-13: 9788499218694
- ISBN-10: 8499218695
- Artikelnr.: 47082912
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- AGAPEA FACTORY
- c/ Bodegueros, 43nave5
- 29006 Malaga / SPANIEN, ES
- 0034 902195236
Alfredo Mantovani: "Llevo treinta y cinco años en España, donde me especialicé en Teatro en la Educación. En Buenos Aires, había estudiado el método de Stanislavsky con Raúl Serrano y me aburrí bastante. Por suerte hice como David Bisbal, una gira por América con Teatro Estudio de Buenos Aires en el que experimenté la biomecánica de Meyerhold y me lo pasé genial. En Madrid, durante varios años dirigí el Taller de Actores Excéntricos donde desarrollé un sistema de trabajo actoral a partir del juego. Me iluminé cuando me sumergí en la filosofía de la fábrica rusa de actores excéntricos, que fue contemporánea de esos maravillosos movimientos artísticos como el surrealismo, el futurismo y el dadaísmo. Pasé por todos los roles técnicos teatrales: actor, director, profesor de teatro y escritor, con el afán de sobrevivir de las artes escénicas. Ya me decía un vagabundo amigo mío que se necesita vocación y tesón para demostrarle a la sociedad que tú eres un ser humano sensible. Hasta los dieciocho años fui tímido y el encuentro con el teatro me salvó la vida. Por eso, siempre me interesó comprender cómo surgía la espontaneidad y cómo se podía improvisar sin morir en el intento. Era evidente que tenía que desembarcar en la impro. Abordando el teatro desde el juego me di cuenta de que lo más importante en la vida es hacerlo, y no hacerlo "bien", por eso me interesa la estética como comunicación y no como realización de obras maestras para su admiración por un público selecto. Por suerte pude plasmar mi visión del hecho teatral en el libro El actor creativo, la actriz creativa que escribí con Jesús Jara y, para disfrutar de la creación entre iguales, lancé la propuesta de escribir Impro a diez manos. A mis setenta años, sigo visitando al psicoanalista porque creo haber nacido pato, la primera palabra que recuerdo al caerme de la cuna fue "Pata... pufete", y esto fue lo que me llevó a realizar profundos estudios sobre la patafísica que todavía no he terminado. ¡Tururú, tururú!"