La actual relación de socio/competidor entre China y los Estados Unidos se juega también en el ámbito de cómo respetar y promover internacionalmente los derechos humanos; mientras las ideas estadounidenses destacan mayormente las libertades civiles y políticas, China prefiere impulsar los derechos de equidad de acceso a servicios básicos de alimentación, salud, educación y cultura. Los eventos y los análisis recopilados en esta disertación respaldan en parte esta visión de los acontecimientos, al tiempo que ofrecen elementos contrarios a las fáciles generalizaciones: las desigualdades sociales originadas por la apertura china a la modernización económica por un lado, y las manipulaciones o los abusos relacionados con la Guerra al Terrorismo por el otro justifican de hecho un sentimiento de incertidumbre para el futuro y la necesidad de reflexiones más profundas sobre el rol de las ideas en la construcción de un nuevo orden internacional más justo e inclusivo.