Los trastornos de conducta en la adolescencia, constituyen un tema de gran interés debido al aumento en la prevalencia que se ha producido en las últimas décadas, la problemática que representa para el adolescente y su entorno y la complejidad del abordaje, que ha de ser multidisciplinar. Es necesario diferenciar los problemas del comportamiento poco severos y que forman parte del normal desarrollo del adolescente de lo que realmente es un trastorno de conducta, que tiene la suficiente gravedad como para alterar el funcionamiento personal, académico, familiar y social. Además diversos estudios parecen indicar que existe una diferencia significativa en función del género, sobre todo durante la niñez y la adolescencia.