El libro enfatiza la importancia de la traducción en la historia de la literatura centrándose en Lin Shu (1852-1924). Está dividido en tres partes independientes, a la vez, interrelacionadas. La primera parte es el marco histórico que se trata el trasfondo político y la traducción como medio de acceso a la modernidad. La segunda parte se centra en Lin Shu y sus traducciones. El acto de traducir obliga a Lin Shu a romper con la lengua tradicional de la literatura china, el wenyan, y adoptar un estilo menos rígido que es el baihua. En la tercera parte se llega a la conclusión y se plantean nuevas reflexiones. El libro tiene los siguientes objetivos: la traducción desempeña un papel esencial en el ámbito sociopolítico; la traducción estimula el desarrollo de las literaturas nacionales; la traducción tiene una presencia en la evolución de la literatura y, a la vez, de las lenguas nacionales; por último, la traducción srrvie como herramienta para la configuración de un nuevo canon literario y una nueva literatura universal.