En el área de Cómputo de Altas Prestaciones los desarrolladores son los mismos especialistas del dominio del problema a resolver. Las rutinas más demandantes de cálculo son en su mayoría científicas y su gran complejidad y grado de especialización hace que los mismos investigadores del área de aplicación sean quienes las implementan. Estas cuestiones resultan en una inversión no trivial en el análisis de rendimiento que impacta directamente en la productividad de los grupos de investigación y desarrollo. Con mayor impacto que en otras áreas de la computación, el código optimizado correctamente puede ejecutarse órdenes de magnitud mejor que una implementación directa. Esto implica que invertir en optimización de un programa puede tener una ganancia interesante a largo plazo si las simulaciones a realizar son demasiadas.