La cirugía maxilofacial se ocupa de la cirugía mayor de tumores óseos mandibulares, cánceres orales, articulación temporomandibular, defectos faciales congénitos, fractura ósea mandibular, etc. Esta rama de la cirugía se ha desarrollado más recientemente con técnicas quirúrgicas avanzadas y los injertos óseos se han convertido en un trabajo habitual para los cirujanos maxilofaciales en la reconstrucción de defectos mandibulares adquiridos o congénitos. Algunos autores han trasplantado con éxito diversos tipos de injertos óseos, como injertos óseos xenogénicos, injertos óseos autógenos y hueso alogénico. Sin embargo, el éxito de los injertos óseos sigue siendo un reto en la cirugía maxilofacial. El injerto óseo autógeno es el patrón oro para la reconstrucción de defectos mandibulares.
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