El libro se enfoca en la problemática de las comunidades lingüísticas minoritarias de Venezuela, a través de un recorrido por sus antecedentes históricos, políticos, legales y culturales. En la primera parte, se caracteriza el proceso inmigratorio venezolano, desde la época del descubrimiento hasta nuestros días. Luego se procede a describir las cinco comunidades minoritarias más representativas del país: la italiana, portuguesa, árabe, china y alemana. Se presentan sus antecedentes históricos, su motivación para emigrar, su incorporación a la vida nacional, el grado de su integración lingüístico-cultural, sus asociaciones, su lealtad hacia su cultura y lengua nativa, la presencia de ésta última en la educación venezolana y, finalmente, la actitud de la sociedad receptora hacia la comunidad respectiva. Las reflexiones de la parte final del libro dejan abierta la interrogante sobre el futuro de las comunidades minoritarias en el territorio venezolano, el cual se perfila como incierto, puesto que sin aportes migratorios importantes y con el incremento de los contactos lingüísticos y culturales, estas comunidades podrían mermar, diluyéndose paulatinamente en la sociedad adoptiva.