La sociedad actual está en continuo cambio y evolución. Los avances en el campo de la ciencia y de las nuevas tecnologías son un claro ejemplo de ello, ya que conllevan modificaciones en diferentes campos: los estilos de vida, el desarrollo profesional o las relaciones interpersonales. En el ámbito de la educación las transformaciones son continuas: los ambientes de aprendizaje cada vez más inciertos, las nuevas formas de educar, el fenómeno de la inmigración, la necesidad creciente de la educación en valores y los cambios de procedimientos derivados de las nuevas tecnologías de la comunicación, hacen que los profesionales de la educación no queden al margen de estas macrotendencias sociales. Cada vez se le exige más a la escuela: aprender, desde edades muy tempranas, varios idiomas; dominar las nuevas tecnologías; tener conocimientos de ecología y salud, así como nociones fundamentales de economía y estadística; amén de dominar las tradicionales asignaturas que conforman el currículo oficial.