Los conceptos instinto y pulsión son dos constructos teóricos generalmente confundidos dentro del psicoanálisis. Tanto es así, que hay quienes afirman que el edificio teórico freudiano se basa en la sexualidad, pensando a esta en una suerte de "instinto sexual" tendiente a la reproducción. Nada más alejado de la realidad. Si nos acercamos más a la obra, notamos que el concepto "instinto" no es utilizado por Freud aunque muchos convengan en traducir así el vocablo que utiliza: Trieb (pulsión). Notamos entonces que "pulsión" se trata de un concepto específico con una función. Por otra parte, hay también quienes afirman que la pulsión es una característica propia del ser humano, quien vive a expensas del "instinto". Ante estos dos fenómenos cabe preguntarnos: ¿y qué es entonces el instinto? ¿qué es la pulsión? ¿por qué se le atribuye al ser humano? Aquí se pone en tela de juicio a ambos constructos no sólo desde el psicoanálisis sino también desde la etología de K. Lorenz y la filosofía. Un texto que busca explorar el devenir y uso de estos conceptos.