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La enfermedad periodontal se caracteriza por ser una afección inflamatoria de larga duración de los tejidos orales que destruye el periodonto y provoca la pérdida del hueso de soporte y del tejido blando de inserción clínica. La eliminación mecánica de los depósitos bacterianos y del sarro es crucial en el tratamiento de los trastornos periodontales. La eliminación mecánica y la destrucción de las colonias bacterianas de las superficies dentales y radiculares constituyen el tratamiento periodontal no quirúrgico. Para ello se pueden utilizar escarificadores manuales, acústicos o ultrasónicos. Mediante el uso de herramientas manuales se pueden eliminar las anomalías de las raíces que albergan placa y sarro. El elemento más importante para la eficacia clínica son las herramientas manuales afiladas. Gracias a su capacidad para eliminar el sarro con mayor rapidez que los instrumentos manuales y para reducir la fatiga del operador, los escarificadores eléctricos mejoran la eficacia del tratamiento periodontal no quirúrgico. En función de sus frecuencias de funcionamiento, los instrumentos motorizados se dividen en categorías sónicas y ultrasónicas. Los dispositivos magnetoestrictivos o piezoeléctricos pueden producir ultrasonidos. Comprender su funcionamiento permite al clínico utilizarlos con mayor eficacia y limita los daños a las estructuras dentales y los tejidos circundantes.