La educación presencial tiene hoy como alternativa la posibilidad de apoyarse en los múltiples recursos que ofrecen las TIC. En el entorno universitario, el uso de Internet por parte de los docentes para apoyar las clases en esa modalidad no tiene una vigencia arraigada, mucho menos cuando se trata de la evaluación de los aprendizajes. Sin embargo, aunque hay múltiples objeciones acerca de esto, la incorporación reiterada de ese recurso tecnológico a la programación de las distintas asignaturas, aunque de forma lenta, puede contribuir a la creación de una cultura institucional que propicie su aplicación cuando las circunstancias lo requieran. En esta obra se presentan los resultados de una modesta experiencia efectuada por el Instituto Centroamericano de Administración y Supervisión de la Educación (ICASE) de la Universidad de Panamá. En la que se solicitó a los participantes realizar una prueba electrónica y que nos devolvieran información acerca de esa experiencia y en general del uso de las herramientas tecnológicas como apoyo a la modalidad presencial.