Antaño, la música y la curación iban de la mano. En la antigua Grecia, la música se utilizaba para aliviar el estrés, conciliar el sueño y calmar el dolor. Los nativos americanos y los africanos cantaban y entonaban cánticos en sus rituales de curación. Mucho antes de que la acústica se convirtiera en objeto de estudio en Europa, las antiguas civilizaciones árabe, griega, china e india ya estaban familiarizadas con el papel terapéutico de los sonidos y las vibraciones y con los conceptos que posteriormente se desarrollaron en torno a ellos. Mientras que la música en su conjunto está bien reconocida por su valor como entretenimiento, la civilización india había dado un paso adelante para atribuir a la música el aspecto curativo. El genio indio reconoció que las ragas no son un mero entretenimiento, sino que las vibraciones de su resonancia pueden sincronizarse con el estado de ánimo y la salud. El libro revela los resultados de la investigación postdoctoral del autor titulada «El efecto de la intervención musical en el malestar psicológico de los pacientes cardiovasculares: Un estudio analítico»
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