La inversión en ciencia, tecnología e innovación tiene un carácter estratégico para el desarrollo y la competitividad de los países, sin embargo, esta todavía no es reconocida al nivel de la inversión en salud, seguridad, educación o infraestructura, reflejándose en los limitados presupuestos dedicados a investigación y desarrollo como porcentaje del PIB. Esta es una situación común en la mayoría de países de Latinoamérica, donde Costa Rica no es la excepción. Este libro recoge una serie de reflexiones y propuestas sobre lo que debería hacer un país para convertirse en una economía basada en el conocimiento, donde se justifica desde diferentes ópticas una mayor inversión para el sector. Se incluyen aportes de autores expertos provenientes del sector privado, la academia y el gobierno, que valoran la situación actual, exponen algunas de las aspiraciones que se deberían alcanzar y las propuestas de los aspectos a considerar para lograrlo. Aunque este trabajo se basa en la realidad y perspectivas de Costa Rica, los elementos planteados son igualmente válidos y útiles para otros países que experimentan condiciones similares.