En su Teoría de la Novela, György Lukács elabora una operación filósofica para resguardar el anhelo de trascendencia que se perdía irremediablemente luego de la Primera Guerra Mundial. Para él, la ironía novelesca lograba que la totalidad de la cultura occidental se siguiera estructurando en una imagen de sí misma a pesar de la desilusión y el despecho metafísico por la autodestrucción masiva. La presente obra propone que, en el siglo XXI, la novela ha seguido manteniendo ese resguardo metafísico de la ironía pero se ha modificado a partir de otros niveles y registros, de acuerdo a nuevas tragedias y nuevos horrores. Una muestra de ello es la extraña novela Nocturno de Chile, del genial autor Roberto Bolaño.