La aristotélica actividad de compilar una obra, tiene además de un gran arte, la dificultad de acopiar y estructurar con esmero metodológico el corpus fenomenológico de un sentir. Ese "poner entre paréntesis" el mensaje, concede la posibilidad de aunar a la facundia del autor, la mirada y el sentido del compilador. Así, hasta hacerlos un retablo, tríptico o collage sin que pierda armonía y símbolo. Hacer una sinfonía con fragmentos del legado cultural de Don Jesús A. Delgado, representa todo un reto intelectual y un osado culto a la oratoria y el arte literario. Al leer los contenidos de esta antología, los lectores tenemos dos posibles vías: acercarnos a ella con inocencia de prejuicios o con visos críticos y hermenéuticos. Cada una tiene sus deleites, cada una trae sus consecuencias. No me atrevo, aunque me impele la inquietud, a señalar una tercera vía, y no lo hago, para no caer en la trampa de la "tri vialidad"en su sentido aritmético; aunque razones no me faltan para ello, sin embargo de manera enunciativa lo haré; existe también la posibilidad de la semiótica y el anagramismo en esta antología.Descubrir que la poesía de don Jesús admite combinaciones de múltiples placeres.