Juan Pablo II, en su labor de Santo Padre y llevado del Espíritu Santo, redactó una serie de documentos eclesiales que fueron, son y serán una luz en la tiniebla del mundo en el que nos encontramos. Son tenidos en cuenta en este libro para reflexionar sobre ellos. Y es así porque el Papa que vino del otro lado del telón de acero debía llevar a cabo una labor, en materia espiritual, de un calado inmenso. Por eso no se arredró, no tuvo miedo (como él mismo dijera tras haber sido elegido sucesor de Pedro) ante el panorama que se le presentaba en su labor de Santo Padre. Y así, todos los campos en los que intervino su Magisterio, se vieron sembrados con la doctrina sabia del Siervo de Dios. Escribió George Weigel una biografía del Papa polaco que tiene un título bastante ajustado a la realidad y que muestra hasta dónde puede llegar el ser humano que ha comprendido y ha hecho, en su vida, la voluntad de Dios: Testigo de Esperanza se titula la misma. Y fue testigo porque dio testimoniode la realidad según la cual esperó, y vio como Dios daba, da, al hombre, los bienes que le prometió en la alianza con su criatura.