El Camerún se enfrenta a la proliferación de armas pequeñas y ligeras, que se han convertido en las armas preferidas en los conflictos que asolan el planeta. Debido a su impacto, podemos considerarlos como armas de destrucción masiva. Actualmente, según la Red de Acción sobre las Armas Pequeñas en el África Occidental (RALAO), se estima que hay 30.000.000 de armas pequeñas en circulación en el África subsahariana. Llegan al Camerún a través de diversas redes mantenidas por traficantes africanos y no africanos organizados en grupos mafiosos, así como por pequeños intermediarios ocasionales aislados. Además de estas redes internacionales de transferencia de armas, existe también una producción artesanal interna y las pérdidas registradas por los organismos encargados de hacer cumplir la ley (FMO). Según los informes de la Liga Internacional de Mujeres pro Paz y Libertad (LIMPAL) y el Estudio sobre las Armas Pequeñas (SAS), se estima que el número total de APAL que circulan en el Camerún es de 34.000. Contribuyen a exacerbar la inseguridad en todo el país con un alto costo humano y un impacto negativo en el desarrollo nacional. A fin de dar una respuesta adecuada a este problema, el Estado ha adoptado medidas legislativas para abordar el problema.
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