El silencio tomado particularmente en la adolescencia temprana es una dificultad real para la Psicología Clínica. El púber falla al tratar de comunicar, no habla, y esto no sucede simplemente en el terreno profesional que atañe a la consulta psicoterapéutica, sino que muchas veces es una constante en el ámbito familiar, educacional e incluso con sus pares. Nuestra motivación ha surgido a partir del interrogante que generaba la presencia de silencios donde cabía esperar palabras y también, aunque con menor frecuencia, de palabras donde se esperaban silencios. En el joven los cambios biológicos y psíquicos fundamentan una metamorfosis no exenta de la llegada de la elección sexual, provocando una de las crisis vitales más importantes de la vida. El uso y el sentido del silencio ofrece matices reveladores que por lo general son dejados de lado o negados debido a salidas pragmáticas o reduccionistas. Este trabajo propone discriminar y verificar el silencio en función de las tareas grupales en Educación y desde el punto de vista Clínico; facilitar su abordaje, diagnóstico y pronóstico.