La alegría de ser Scout nos invita a la contemplación. Hoy más que nunca, el Scout debe ser un heraldo de la Buena Nueva en un mundo de valores morales en declive. Necesitamos engendrar una cierta fraternidad de confianza y responsabilidad entre las personas, para que "podamos intentar dejar este mundo un poco mejor de lo que era cuando vinimos a él...". Ese es el egoísmo scout, nuestra afirmación.La mística scout es una escuela de unidad y fraternidad. Deus sive natura, Dios, es nuestro ideal de vida, hacia Dios, fuente de la verdadera fraternidad, hacemos nuestro camino con el Camino.
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