El Derecho Internacional ejerce una reconocida influencia en las decisiones de los jueces internos, cuyos procedimientos jurisdiccionales cuentan cada vez con más conexiones jurídicas internacionales. En este contexto, el control judicial interno en la aplicación del ordenamiento internacional en cada país ha de constituir una de las primeras salvaguardias frente a cualquier posible violación del mismo. De manera similar a la calificación común de los tribunales nacionales como jueces naturales del Derecho de la Unión Europea, debería reconocérseles un papel similar en la vigilancia del conjunto normativo internacional. Al incorporarse el Derecho de Gentes a los ordenamientos estatales, el juez nacional controla la interpretación y aplicación de las normas internacionales desde el momento en que tales reglas jurídicas serán aplicadas en el foro doméstico y servirán para fijar los derechos y obligaciones de los particulares. También se analiza en este libro la recepción por los jueces internos de las decisiones de los tribunales internacionales, así como la existencia de algunos obstáculos a la aplicación judicial del Derecho, ya sea nacional o internacional.