El presente estudio ha sido motivado por una inquietud perenne: la inquietud del alma que ama la belleza, y amándola, sufre por ver a la palabra violada, cuando la palabra es, justamente, uno de los medios predilectos para manifestar la belleza. La belleza y el arte de definir, quedan aquí vinculados. Este trabajo se realizó ante todo sobre la base de los aportes de Platón en su diálogo Fedro. Para ello se desarrollaron los siguientes conceptos: definición, palabra, belleza, verdad, y las categorías contrapuestas. Se le dio una mención especial al mito como fuente de fusión entre verdad, palabra y belleza y un apartado específico a la liturgia, como lazo de unión entre palabra humana y Palabra Divina. Por último, y en un sentido de ascensión espiralada, se finalizó el estudio con la asunción cristiana del legado platónico sobre este tema. Como conclusión se pudo inferir que la palabra es portadora del mayor grado de belleza cuando, atendiendo a los fines trascendentes del hombre que la porta, tiende a hacerse eco de la Palabra Divina y reflejo de la Belleza Increada.