Existen opiniones contradictorias sobre el uso y aplicación de la biotecnología moderna. En este sentido, mientras algunos ven en ella la panacea para acabar con problemas que aquejan a la humanidad -como el hambre en diversas partes del planeta y algunas patologías de origen genético que restan calidad de vida a las personas-, otros alertan sobre los riesgos que tal uso y aplicación conlleva para la preservación del equilibrio natural, de la diversidad biológica, e incluso, para la salud de los consumidores. La existencia de riesgos en el uso de las aplicaciones biotecnológicas, con capacidad para generar daños respecto de los cuales existe una gran incertidumbre, demanda la intervención de los órganos estatales para su eliminación o minimización, así como la regulación, control y fiscalización de las actividades de los particulares que involucren el uso de OMG. En esto consiste la bioseguridad, y en esta materia, la UE cuenta con un marco institucional y normativo muy completo y avanzado. La investigación versa sobre los principios en que se sustenta tal marco, el grado de recepción de los mismos en el Derecho interno español y sus resultados prácticos.