Espacios educativos, hace referencia a todo entorno en el cual el estudiante logra encontrar un ambiente propicio para su aprendizaje, sin embargo, nos debemos cuestionar ¿qué herramientas nos permiten identificar y validar este aprendizaje informal?, ¿cómo podemos actuar con equidad, cuando algunos jóvenes no logran su aprendizaje en los diversos espacios escolares?, ¿cuántas veces nos encontramos propensos a desvalorar este tipo de aprendizaje por no pertenecer a un ambiente escolar, ¿por qué está creciendo este grupo de estudiantes que solo aprenden en entornos ajenos a la dinámica estudiantil? ¿Qué tan adecuado es cerrar los ojos para imaginar que el aprendizaje solo se puede generar a través de una instrucción, un evento, o tan solo el estar frente al profesor? Así, en la cotidianidad encontramos frases que limitan, que marginan, que agreden sin darnos cuenta, "nunca aprendió", "cómo pasó", "no sabe escribir ni su nombre", "las tablas", no, "ni sabe hacer una operación básica", "no conoce los símbolos de agrupación", "si tan solo supiera sumar y restar". Situación que día a día el docente enfrenta, sin poder superar esta crisis educativa.